- 4 Sepias pequeñas (las mías pesan en total, unos 400 gr)
- 1 Diente de Ajo
- ½ Cebolla
- ¼ Pimiento Rojo
- 1 Cucharadita de Perejil picado
- 8 Cucharadas de Tomate natural triturado
- 1 Hoja de Laurel
- 50 ml Vino Blanco
- 500 ml de Caldo de pescado
(o Agua + Pastilla de Caldo de Pescado)
- 6 Hebras de Azafrán
- Aceite
- Sal, al gusto
- Opcional: 170 gr de Gambas peladas
Preparación
Poner, en el frigorífico, a descongelar 24 horas antes las sepias y las gambas. Y, limpia las sepias antes de cortarlas a tiras o a dados, como prefieras.
- En un cazo pon a calentar el caldo de pescado.
- En una cazuela, con 5 cucharadas de aceite, pon la cebolla picada y hazla a fuego suave (si quieres tapa la cazuela, así evitarás que se dore y se queme)
- Mientras, en el mortero machaca el ajo con el perejil y las almendras. Cuando esté triturado, añade el vino blanco.
- Ahora, añade a la cazuela las sepias lavadas y troceadas, deja que se cuezan durante unos 10 minutos.
- Mientras se hace la sepia, escurre los garbanzos y lávalos con abundante agua para que pierdan la gelatina del bote.
- Incorpora a la cazuela el contenido del mortero y deja que se evapore el alcohol.
- Añade el caldo y los garbanzos. Deja cocer durante 20 minutos desde que rompe a hervir. Cuando queden 5 minutos para el final añade el azafrán. Rectifica de sal. Y listo para servir.
Si has decidido usar gambas añádelas cuando falte un minuto para cortar el fuego y deja reposar otro minuto antes de servir. Se harán rápido, y si se les pasa el tiempo quedarán duras.
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